Las lenguas romances o románicas, son aquellas que provienen del latín vulgar, idioma de origen indoeuropeo que hablaba el “populus” romano o clases populares de la Roma Antigua imperial, diferenciado del latín literario y culto.

El latín vulgar tenía dialectos particulares dependiendo de la zona del imperio en que se hablara.

Alrededor del año 1000 las diferentes formas del latín vulgar, al diferenciarse más profundamente, originaron las lenguas romances, que son: el castellano, lengua que hablan hoy cuatrocientos millones de personas, el catalán, hablado por seis millones de personas, el gallego-portugués (todas lenguas de la Península Ibérica); el francés, hablado por ochenta y cinco millones de personas, el italiano (hablado por sesenta y dos millones) el sardo, el rumano y el provenzal, entre otras lenguas.